Más atole con el dedo.

El día de ayer llego el presidente Calderón a suelo estadounidense, y hoy se espera el encuentro  público, es decir ante las cámaras, de los dos jefes de Estado. Al respecto de la reunión se ha dicho que era una cita programada con anterioridad, aunque no sería nada descabellado pensar que dicho encuentro se “adelanto” como consecuencia  de  los últimos acontecimientos sucedidos en nuestro país. Me refiero claro, al asesinato del agente de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos, quien estaba asignado a la Embajada estadounidense en nuestro país. Pero esta reunión seguramente también será aprovechada para aclarar algunos “detallitos” derivados de los hoy celebres cables de WikiLeaks ¿se acuerda? Si, esos donde se decía que el embajador Pascual opinaba que las dependencias encargadas de la seguridad estaban descoordinadas y entre otras, que nuestro ejército era torpe. (Pequeñeces, pues). El problema para todos aquellos que esperaríamos que la reunión en la casa blanca rindiera frutos, es que dicha reunión estará muy lejos de lograr cambios importantes. Por supuesto que cuando concluya el encuentro entre los dos mandatarios se dirá como ya es costumbre, que la “cooperación” entre ambas naciones es inmejorable y  que hay una nueva “era” entre los dos países. Pero la verdad es que el presidente Calderón regresara con las manos vacías en lo que respecta al problema de las armas, problema que por cierto ha  provocado en gran medida  que más de 35,000 mil mexicanos hayan perdido la vida en nuestro país, y si, me refiero a México no a Lybia. Y es que si ni siquiera el atentado a la congresista demócrata, ocurrido en Tucson, Arizona a principios de este año, pudo provocar que en Estados Unidos se prohibiera la venta de armas a cualquier hijo de vecino, pues parece muy difícil que nuestro presidente logre algo al respecto. La verdad es que a Estados Unidos poco les preocupa la venta de armas en su país, para ellos el portar un arma es tan importante como el derecho a la libertad y por ende los estadounidenses  muy difícilmente aceptaran sacrificar un derecho tan importante para ellos por otro país. Y del consumo de drogas ni hablamos, poco le  interesa al país del Norte acabar con dicho problema. Es decir, el problema de las armas y las drogas en Estados Unidos se “administra” y de dicha administración se desprende que los muertos existan en México y si por algo dentro de esos muertos esta un agente del ICE, entonces si se actúa de inmediato para acabar con los responsables. Desafortunadamente esta es la historia de décadas de “cooperación” que al final resulta siendo una cooperación solo de un lado, por lo cual bien podríamos decir que mas que cooperación es seguirle dando al pueblo mexicano atole con el dedo ¿no lo cree?