No cabe duda que el gobierno municipal de Guadalajara no se distingue precisamente por ser una administración eficiente y mucho menos, por manejarse como un gobierno comprometido con sus gobernados. Es más, pareciera que Ramiro Hernández está empeñado en acabar con la marca PRI en el Estado, generando una imagen de incompetencia y de corrupción, todo esto, teniendo como escaparate el Ayuntamiento Tapatío. Pero por si fuera poco todo lo anterior, ahora resulta, que tendríamos que tolerar que un funcionario municipal como lo es el director jurídico del Ayuntamiento tapatío Javier Salas Mejía, se burle de los ciudadanos, afirmando que seis de cada 10 juicios interpuestos por la ciudadanía en contra del municipio por concepto de multas, son resueltas a favor de los particulares.
En otras palabras, pareciera que dicho empleado municipal, celebrara el hecho de que a pesar que las multas que se les aplican a los habitantes de la perla tapatía sean declaradas por tribunales, como ilegales, los ciudadanos tapatíos de cualquier forma tienen que pagarlas. Resultando dichos ciudadanos, en la mayoría de los casos, víctimas de una cacería por parte de los trabajadores de la empresa Metro Meters, quienes tienen como único objetivo lucrar con el dinero de los ciudadanos.
Es evidente que lo único que le preocupa al director Jurídico del ayuntamiento, es que el dinero de los tapatíos siga cayendo en las arcas del municipio, sin importar claro, que dicho dinero provenga o no de un abuso a la sociedad tapatía. Cacería, llevada a cabo por trabajadores privados tramposos.
Es decir, al funcionario tapatío en ningún momento le importa cumplir con su trabajo, el cual es proteger a los ciudadanos, ante ilegalidades, mucho menos le interesa actuar en contra de las empresas de parquímetros quienes en muchos de los casos, actúan con alevosía y ventaja en contra del ciudadano y menos aún le preocupa en ayudar a los tapatíos a demandar sus derechos en contra de violaciones de otro particular.
Pero lo más increíble, es que el jefe de Salas Mejía y me refiero a Ramiro Hernández, mantenga en su cargo a este tipo de funcionarios, que lo único que demuestran es una clara lejanía con el ciudadano y sobre todo una profunda y evidente muestra de falta interés por la ciudadanía, que dicho sea de paso, es a la que le deben la chamba.
En fin, está visto que al Ayuntamiento tapatío, no le importa el ciudadano. No es posible que el Ayuntamiento de Guadalajara encabezado por Ramiro Hernández, no sea capaz de defender a la ciudadanía y que por el contrario actué en contra de ella. Son por funcionarios como Javier Salas que los ciudadanos están hartos de los políticos y de su falta de compromiso.
Aquí el remedio según yo, sería sacar aquella lista de la cual hemos platicado en este espacio anteriormente, y pongamos nombres de los políticos que ya no queramos en la nómina, ya sea por cínicos burlones o incompetentes. Al final del día, somos nosotros, los ciudadanos, quienes decidimos a que políticos le damos la chamba y a quienes no.