Seguramente recuerda estimado lector, aquella frase que hiciera célebre el ex Presidente Carlos Salinas de Gortari, cuando en plena campaña presidencial el candidato oficial, Luis Donaldo Colosio, parecía no levantar en las preferencias del electorado, situación que llevó a algunos de los allegados al ex presidente Salinas, a soltar el rumor de que el "gran líder" cambiaría de candidato a última hora, todo esto a fin de lograr con un candidato más popular mejores resultados en la carrera presidencial de aquellos años. Rumores a los que puso fin, el mismo Salinas, con aquella famosa frase de "no se hagan bolas", refiriéndose a que el candidato era uno y ya estaba.
Pues bien, todo parece indicar que el apoyo del hoy presidente, Enrique Peña Nieto y por consecuencia natural del gobierno federal esta con Gustavo Madero. Y no por otra cosa, que el simple hecho de que Ernesto Cordero no tiene peso propio en el interior del partido acción nacional. Ernesto Cordero es hoy senador gracias al dedazo de Calderón así de simple.
Evocando a la famosa práctica del "dedazo", la cual por cierto fuera en su momento una costumbre muy criticada al PRI en los viejos tiempos, y la cual, hoy en día es una práctica muy bien adoptada por el PAN y claro por otros partidos. Es en la actualidad una tradición muy bien acogida por los panistas. Hasta el punto en que algunos han dicho que los blanquiazules revolucionaron dicha costumbre y la convirtieron en una destreza aún más corrupta.
Lo anterior lo digo porque era muy común darse cuenta de cómo en algunos casos el personal que llego a cargos públicos, de la mano de panistas y sin importar el puesto ya fuera del orden federal, estatal o municipal, al término del mandato del panista en cuestión, los trabajadores que habían llegado al cargo simplemente se negaban a dejar la nómina. Y se aferraban al hueso, como si se tratar de un asunto de vida o muerte.
En los viejos tiempos, había reglas no escritas en la práctica del servicio público, las cuales consistían en tener disciplina y lealtad al "jefe". Dicha regla consistía en que aquel que llegara a un puesto en el gobierno y que dicho cargo lo hubiera obtenido gracias a la ayuda de algún "mentor" o algo por el estilo , tenía que renunciar al cargo que hubiera conseguido de manera inmediata al momento en que el "mentor" o "jefe" , dejara su propio cargo. Así de sencillo. En la actualidad ya no existen esos códigos, los nuevos burócratas se aferran al hueso sin importar el hecho de que hayan llegado ahí, solo por la gracia de algún padrino o por la ayuda de algún "líder".
Y simplemente no permanecen en sus cargos por las razones correctas, que serían por ejemplo, haber demostrado ser útiles a nuestra sociedad, haberse desempeñado como unos trabajadores eficaces o por haber sido unos funcionarios de muy alto perfil. No, se mantienen en sus puestos gracias a los recursos legales mal utilizados, o por leyes simplemente absurdas. Leyes que por cierto deberían de beneficiarnos a nosotros los ciudadanos, quienes a final de cuenta mantenemos a esta lacra que solo viven de nuestros impuestos.
En otras palabras, sería importante recordar, que el servidor público es un empleado de todos nosotros y se deben al pueblo, y deberían irse como llegaron, de la mano del que los trajo, ya que ninguno de nosotros voto por dichos burócratas, si acaso votamos por el "jefe" no por su equipo, razón por la cual el "jefe" debería irse con todo y su personal una vez terminado su periodo. Pero como siempre, una vez que estos burócratas o políticos prueban las mieles del erario, difícilmente se quieren dedicar a otra cosa, es decir, prefieren ser unos parásitos y seguir "sangrando" el presupuesto.
Un caso similar, se da con el ejemplo del Senador Ernesto Cordero, quien dicho sea de paso no tiene otro mérito más que el haber sido compañero en la maestría del hoy tristemente célebre ex presidente Felipe Calderón. A ese hecho le debemos la pena de que el señor Cordero, hoy en la actualidad sea Senador.
Y es que si usted recuerda, Calderón fue el presidente de los amigos, pero claro, no lo fue por haber sido un presidente muy amiguero o muy afable, no, sino todo lo contrario. Se ganó esa descripción, por haber sido un presidente que le daba los puestos del gabinete a sus "cuates", esto claro, sin importar que aquellos "amigos" fueran o no los perfiles más aptos para el cargo. No, lo único que importaba para hacerse de aquel puesto tan importante en esa administración, era la cercanía que tuviera el funcionario en cuestión con el presidente en turno.
Pues bien, Ernesto Cordero representa a cabalidad dicha "política" del "amiguismo". Cabe recordar que Cordero nunca ha ganado ninguna elección y está en el Senado, porque Felipe Calderón busco a toda costa dejarnos de herencia a todos sus amigos familiares o conocidos, es decir, esa gente que sin ningún mérito propio mas que el de haber sido en su momento muy amigos de Calderón, están viviendo hoy de nuestros impuestos.
Y es que habría que recordar que dichos personajes solo están en sus cargos gracias a la corrupta vía plurinominal, o mejor dicho a la corrupta la vía del dedazo. Los llamados Calderonistas que no son otra cosa que lo descrito en renglones anteriores, es decir gente del ex presidente, puesta ahí por capricho y por dedazo, buscaron en su momento amagar al gobierno de Peña Nieto, con frenar la reformas lanzadas por el equipo del presidente Peña. Amague que quedó sólo en finta, ya que al final dicha amenaza se resolvió con se la salida de Ernesto Cordero de la coordinación del grupo parlamentario del Pan en el Senado.
De ahí se puede entender que Cordero no tenía tanta fuerza como decía, ya que algunos senadores que según el controlaba acordaban por la "libre". Ese fue el motivo por el cual el círculo de Peña nieto prefirió seguir apoyando a Madero quien al final representaba una fuerza real y mayor a la de Cordero.
Por esos motivos se puede entender del porque hoy el gobierno federal apoye a Gustavo Madero en la próxima elección interna del partido acción nacional y no a Ernesto Cordero. Las razones muy sencillas , Ernesto Cordero es un mandadero de Calderón, que lo único que busca es reventar cualquier signo de mejoría en el país ya que cualquier cambio positivo , le restaría fuerza al discurso de descalificación y encono que le gusta usar a Felipe Calderón, quien dicho sea de paso sigue siendo el jefe de Ernesto Cordero.
Todo lo anterior impediría cualquier pacto o acuerdo en el futuro entre panistas y peñistas. Y por supuesto que esto no significa que yo que diga que tenga que haber sumisión por parte de la oposición para con el gobierno en turno. No, de ninguna forma, yo en lo personal creo que debe haber una oposición sana que abone a la crítica constructiva y por ende ayude a un mejor desempeño del gobierno. Sin embargo pareciera que la apuesta del grupo de Cordero fuera el obstaculizar en todo momento cualquier cambio positivo, sin importar cual fuera. Ya que algún cambio de rumbo o decisión aplaudida al gobierno resultaría obviamente en una baja de popularidad a su "líder" llámese Calderón y cómo consecuencia traería un decremento en sus posibilidades por regresar triunfante a al escenario político nacional. Es decir, la estrategia de Cordero y su jefe es la negación por la negación. La descalificación por la descalificación y sino, basta con recordar las campañas de Felipe Calderón basadas en la polarización.
A esto habría que agregarle que Ernesto Cordero no representa a la mayoría de los panistas, prueba de ello es su destitución como coordinador de la bancada panista del Senado. Además de que no son pocos los panistas que se refieren a Calderón y sus calderonistas como un grupo que solo representa el retroceso y el fracaso del 2012. Por otro lado está Gustavo Madero que representa una voz política más autorizada. Ya que Gustavo Madero no es sólo el amigo "de" o el compadre "de", sino que es un panista de muchos años y que no le debe su puesto, sólo al favor de alguien. Y por favor que no se me confunda. No estoy diciendo que Gustavo Madero sea una especie de héroe o algo por el estilo, no, para nada, pero al menos tiene peso propio. Habrá que esperar la decisión de Madero en torno a su participación en la contienda al interior del partido acción nacional, que de darse, seguro contaría con el apoyo total del gobierno de Enrique Peña Nieto.
