Resulta vergonzoso y frustrante que un grupo de delincuentes, los cuales, por cierto, se hacen pasar por maestros, tenga tomada la capital de nuestro país y que ninguna autoridad haga nada al respecto. Este grupo de individuos que igual bloquean, secuestran, extorsionan y que delinquen en un sinfín de modalidades, no son otra cosa que en una camarilla de vulgares delincuentes convertidos en una mafia, constituida con el único fin, de subsistir a base de chantaje y crimen. Como consecuencia de...
Continuar leyendo